Cuevas de Talgua es el nombre que
recibe una cueva situada en el valle de Olancho, en el municipio de Catacamas,
al noreste del país centroamericano de Honduras. Es a veces conocida como
"La Cueva de las Calaveras brillantes" debido a la forma en que la
luz se refleja de los depósitos de calcita que se encuentran en los restos
óseos depositados allí. El sitio ha ganado el interés de los arqueólogos que
estudian los entierros en cuevas de Centroamérica y de Mesoamérica como uno de
los principios más amplios de las Preclásico medio (1000-900 antes de
cristo).
Ofrece muchas pistas valiosas
sobre cómo los habitantes de la Cueva de Talgua pudieron haber formado un
importante vínculo entre la Mesoamérica precolombina y las partes más al sur y
el este de América Central, e inclusive extenderse a las sociedades en el norte
de América del Sur y los Andes.
En abril de 1994, Jorge Yánez y
Desiderio Reyes condujeron a un grupo a la cueva del río Talgua. Yánez y
Reyes treparon una pared de nueve metros de altura dentro de la cueva
descubriendo un túnel que contenía gran cantidad de huesos humanos y casi dos
docenas de vasijas intactas o que podían restaurarse. Este sorprendente
descubrimiento ha contribuido notablemente a incrementar la apreciación de la
riqueza del pasado de los antiguos pobladores de Honduras.
Uno de los aspectos más
interesantes proviene del hecho de que la región de Talgua esta situada sobre
la frontera entre las dos grandes zonas de la cultura americana: mesoamericana
y la andina o sudamericana.
Historia De La Cueva De Talgua
Entrada a la cueva principal
del Río Talgua se encuentran restos de un pueblo que, según las primeras
pruebas científicas realizadas a las osamentas, datan de los años 800 y 900
años A.C.
como si existiese un pacto entre
la naturaleza y los antepasados el bosque trata de ocultar la gruta donde se
conservan intactas las huellas de un pasado lejano que se resiste a revelar al
mundo la forma de vida de los primeros pueblos de América.
Lo que hace 900 años A.C fue un
refugio y campo santo de los aborígenes ahora se le conoce mundialmente como
las Cuevas de Talgua, descubiertas en 1994. Las osamentas y las vasijas
encontradas en el lugar impresionaron a los científicos, pero lo que más llamó
su atención fueron los cráneos luminosos, considerados como únicos hallazgos en
el mundo.
Cráneos luminosos encontrados en
las cuevas. La cripta parece haber sido diseñada por la naturaleza con cámaras
y salas para que los moradores tuvieran las comodidades para vivir, para
practicar sus ritos y sepultar a sus muertos.
Actualmente sólo se puede acceder
a la gruta unos 500 metros, lo suficiente para trasladarse a un mundo que
resulta incomprensible para las mentes globalizadas por la tecnología.
Los científicos hablan de que las
majestuosidad de esta cavidad natural se moldeó hace aproximadamente un millón
de años por las corrientes subterráneas del Río Pinabete, el que al abandonar
las profundidades de la colina se funde con el Río Talgua.
En el tramo habilitado para ser
visitado se puede disfrutar de infinidad de formaciones rocosas diseñadas a
través de los tiempos en forma de figuras de catedrales, saurios, retratos de
imágenes sagradas y diabólicas. Dentro de la cripta todo queda a la imaginación
del turista. Una de las cosas más bellas e impactantes son las formaciones
llamadas estalactita y estalagmita formadas por la pérdida de agua ácida que
disuelve la roca caliza.
Comentarios
Publicar un comentario